24
de Agosto de 2013.
Pues
andamos en el ferrie mar adentro rumbo al Sur de Alaska, vamos parando de
puerto en puerto, pasamos por Sitka (poblado con construcciones totalmente
rusas), Kake, Wranger (poblados dedicados a la pesca y la madera) y Petersburg. En cada puerto sube y baja gente y hace
paradas de entre 30 minutos y 2 horas 30 minutos, uno se puede bajar, pero la
terminal no en todos los puertos está cerca de las ciudades. En algunas hemos
pasado a media noche.
Nuestra
única parada en la que bajamos fue en Petersburg, la llaman la pequeña Noruega,
por la influencia que tiene, pues sus primeros pobladores fueron Noruegos, está
situado en una Isla, aquí no llegan cruceros y tiene una marina muy importante,
así como un aeropuerto para hidroaviones de buen tamaño. Hay una gran industria
de pesca, el pueblo huele a pescado ahumado.
Las casas son muy bonitas y la gente que vive aquí tiene mucho dinero.
Tristemente
la parada fue a las 9:30 pm entonces no se apreciaba mucho y puede ser que se
veía hermoso por así estar o como dice el dicho “de noche todos los gatos son
pardos”.
Caminando
por la marina Chris vió a lo lejos unos hidroaviones estacionados y obvio había
que ir a verlos de cerca, al llegar al muelle donde estaban, escuchamos los
ruidos de unas focas y andabamos buscandolas en el agua y no veíamos nada, y
seguimos nuestro camino en el muelle para fotografiar los hidroaviones y en eso
Ire detecta que al final del muelle estaban 4 leones marinos gigantes. WOW !!
Que impresión de animales eran enormes, tratamos de sacarles fotos miles
de veces pero definitivamente nuestra cámara y el celular son una cochinada, no
salía nada, nos fuimos acercando y ni así.
Emitían un ruido espectacular y olían peor. Nos acercamos tanto que se
echaron al mar, pero andaban rondando, entonces nos alejamos y al verlos
nuevamente en el muelle allá vamos con mucha cautela. Chris se aburrió pues
estaban más interesantes los aviones a un lado, pero Ire necia con la foto se
acerco poco a poco lo mas que pudo, solo había uno en el muelle y los otro 3
nadando a un lado, siempre con miedito, pero de repente siguió acercándose
hasta tener una distancia de 4 metros, que en realidad parecía 5 centímetros y en eso el león marino se enojó, se levantó
y sacó sus enormes colmillos y un ruido espantoso, más rápido de lo que
imaginan Ire corrió fuera del muelle con una taquicardia de locura. Que
experiencias J
Regresamos
sin una sola buena foto, pero con un recuerdo para toda la vida.
En
el barco conocimos gente muy amable, un trío
de alemanes de aprox. 28 a 30 años que andan haciendo su vuelta al mundo en
casa de campaña, dormían en el deck de hasta arriba del barco con sus bolsas
para dormir sobre camastros de playa. Un matrimonio de Carolina del Norte que
anda recorriendo cada carretera existente de Alaska en su RV sin pagar un solo
peso para estacionarse y comiendo en su camión. Otra alemana bióloga que anda
dando la vuelta al mundo y a la vez trabajando en pro de las tortugas. En fin
siempre estábamos acompañados, bueno hasta domino nos invitaron a jugar.
Vimos
muchas ballenas jorobadas, barcos de pesca e hidroaviones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario