22
de Agosto de 2013.
Hoy
despertamos y fuimos a buscar un desayuno apapachador y en esa búsqueda fuimos
a dar a un centro comercial en el cual yo había estado con Adri mi hermana y mi
mami algunos años atrás, entonces fue como volver al pasado, pero bueno
continuamos con la historia.
Preguntamos
a una persona local y nos sugirió un lugar llamado “Donna” y allá vamos,
desayunamos como cochis trompudos, por lo cual decidimos caminar el desayuno.
Saliendo
fuimos a la oficinas de los ferries, pues no estábamos muy seguros de tener
cabina para dormir y baño privado en nuestro siguiente ferrie rumbo a Prince
Rupert y vamos a estar 48 horas en el trayecto.
Ahí confirmamos nuestra cabina y el empleado que nos atendió super
amable, nos dio unas hojas con la información de los senderos para caminatas
cerca de Juneau.
Elegimos
ir a conocer el Glaciar Mendenhall junto con la cascada y el lago que están
junto a él. Esta resultó ser una de las caminatas más turísticas de la zona,
estaba llena de gente y al llegar vimos letreros de cuidado con los osos y bla,
bla, bla y nos reímos mucho de cómo es posible que pongan eso donde ya está de
lo más turístico del mundo. Seguimos
nuestro camino pues ya estando ahí era impresionante el glaciar, su color azul
y una cascada con una fuerza espectacular. Caminamos por la orilla del río y en eso apareció un osito negro
preciosos, como de peluche, pero QUE
SORPRESA!!! En qué lugar vino a aparecer, eso fue una
lección por burlones y obvio no salió buena la foto verdad? Lo sentimos pero al final del día lo llevamos
en nuestro corazón y nuestra mente.
Después
de nuestra caminata turística nos fuimos a otra que iba a lo largo de un río
llamado Herbert a través de un bosque.
La
caminata inicia por un camino de terracería donde se pueden ver hermosos pinos
de gran tamaño, después encontramos la entrada al bosque y empezó una aventura
ESPECTACULAR, pues era una bosque con unos pinos gigantes llenos de musgo, el
lugar totalmente húmedo y debajo de los pinos lleno de vegetación que podría
ser amazónica con una hojas enormes y lagos pequeños con agua color rojiza y
algunos negra o pozas por todos lados, musgo y hongos de miles de formas
abrazando todo lo posible, árboles caídos por el ataque de algún tipo de bicho que los debilita, pero aún caídos llenos
de hongos y musgo. Se percibía una
humedad impresionante.
Al
final encontramos un lago totalmente apacible, rodeado de pinos, montañas nevadas y con plantas acuáticas hermosas. Podríamos
decir que era un lago como de cuento. Ahí nos quedamos un buen rato disfrutando
de ese instante que la vida nos regalaba.
Durante
nuestro camino no vimos vida animal alguna, salvo algunas aves. Nada de gente
J el bosque era solo nuestro.
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