25
de Agosto de 2013.
Pues
ahora sí adiós a Alaska.
Despertamos
tarde, desayunamos en compañía de la alemana bióloga (Rene ) y nos fuimos a
cubierta a disfrutar del paisaje, el día está totalmente lluvioso y nublado.
Vimos 3 ballenas orcas, muchos hidroaviones, pangas jalando conteiners, islas llenas de pinos y barcos pesqueros.
En el trayecto pasamos por Ketchickan, pueblo rivereño que vive del turismo y la pesca, no pudimos bajar pues estaba lloviendo. Había 3 cruceros este día en el pueblo.
En el camino la tripulación hizo un simulacro de emergencia, en el cual probaron el equipo y bajaron las lanchas salvavidas laterales.
Chris se dio vuelo con los hidroaviones aterrizando y despegando como loquitos, entre barcos y lanchas, parece que van a chocar unos con otros, pero todo está fríamente calculado.
Llegamos a Prince Rupert, es un pueblo ribereño que se encuentra en la Isla de Kaien, tiene un puerto de altura de carga, con 4 grúas grandes, donde llenan barcos con containers y trenes.
Salimos del ferrie, pasamos la frontera para ingresar nuevamente a Canadá, ahora sí ADIOS ALASKA.
Llegamos
al hotel “Rooster”, el cuarto muy lindo y nos fuimos caminando a conocer el
pueblo, es muy chico y la parte donde llegan los cruceros está todo pintado
como de vaca (botes de basura, paredes, negocios, etc.), pues la historia
cuenta que a principios de 1900 llegó un suizo con vacas.
Fuimos
a cenar – comer a Tim Hortons y nos encontramos a unos americanos que iban en
el crucero y resultó toda una catequesis de plática y no podíamos deshacernos
de ellos. Medio comimos y a dormir muy tarde.
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